Malossol es una palabra rusa cuya traducción literal es “poca sal”. A menudo se utiliza para describir el caviar, ya que las huevas de esturión se deben tratar con sal para convertirlas en caviar.
En su origen, el término malossol se usaba para distinguir el caviar de mayor calidad del caviar ordinario. Cuando se elaboraba el caviar hace más de doscientos años no existían los conservantes para conservar bien y prolongar el periodo de conservación del caviar, la única solución era añadir sal; sin embargo, si se añadía demasiada sal esta mataba el sabor y la calidad del caviar, poniendo en peligro las paredes celulares de las huevas y haciendo que el caviar perdiera su característico “estallido”.
Por ese motivo nació el término malossol, para informar a los compradores y los vendedores de que el caviar no había sido salado en exceso (entre el 3 y el 5 %) y conservaba la máxima calidad y sabor.
Pero en la actualidad malossol ya no es un indicador del grado o la calidad del caviar, ni desde luego de su origen: todo el caviar se trata con sal para conservar adecuadamente las huevas y realzar su sabor.